El pasado 31 de enero, el Colegio Salesiano Santo Domingo Savio de Monzón celebró con gran entusiasmo el Día de San Juan Bosco, el día más señalado para nuestra comunidad educativa.
Por Carmen Castán
Con un programa lleno de actividades lúdicas, deportivas y religiosas, más de 700 alumnos de la ESO, bachillerato y Ciclos Formativos disfrutaron de un día especial marcado por la alegría y la diversión.
La mañana comenzó con un emotivo pregón a cargo de Katia y Hugo Moreno, antiguos alumnos e hijos de José Damián Moreno, fallecido recientemente. Disfrutamos muchos años de sus interesantes charlas educativas sobre la naturaleza y le estaremos siempre agradecidos por su labor. Ellos fueron los encargados de poner la pañoleta a la estatua de Don Bosco y tras la tirada del cohete por parte del titular, Antonio Campo, dio comienzo la festividad.
Seguidamente, tuvo lugar la celebración religiosa, presidida por el antiguo director del centro y salesiano, Luis Mur, quien centró su mensaje en la palabra “Sueño” como horizonte de vida, inspirando a alumnos y profesores.
Las tradicionales finales de los torneos de San Juan Bosco fueron el centro de la actividad deportiva de la mañana. En esta edición, el fútbol fue el gran protagonista, con una participación de alrededor de 150 alumnos que dieron lo mejor de sí en cada partido. Durante toda la jornada, la música no faltó gracias a un grupo de alumnos que, como auténticos DJ’s, animaron el ambiente con los mejores temas del momento.
Como cada año, no podía faltar una de las tradiciones más queridas del colegio: la comida popular de huevos fritos con longaniza. Más de 700 personas disfrutaron de este almuerzo, reforzando el espíritu de convivencia en el colegio.
El punto artístico del día lo puso la BoscoGala, en la que los profesores ofrecieron actuaciones y sketches que hicieron reír y disfrutar a todo el alumnado.
Por la tarde, la jornada continuó con una celebración religiosa abierta a toda la familia salesiana de Monzón, presidida por el Obispo D. Ángel Pérez y con la asistencia de representantes de Antiguos Alumnos, ADMAS, Rebulizio, Barasona y otros colectivos vinculados al colegio.
El día concluyó con un momento muy especial: la despedida de José Ignacio López, profesor del colegio que, tras años de dedicación, se jubila. En su honor, los directores del centro entregaron a sus hijos un ramo de flores y una placa conmemorativa, como muestra de gratitud por su entrega y compromiso con el colegio.
San Juan Bosco volvió a ser un día inolvidable para toda la comunidad educativa, reafirmando los valores de la educación salesiana y el sentido de pertenencia a esta gran familia. ¡Hasta el año que viene!»
