Ha sido una experiencia increíble a todos los niveles, como ellos mismos nos han contado, casi tres meses de realizar labores administrativas en una escuela de idiomas, gracias a una beca Erasmus+.
Al principio les costó un poco decidirse a salir de su zona de confort y, una vez allí, tardaron unas dos semanas en adaptarse por completo al cambio de entorno. Transcurrido este tiempo todo ha sido aprender, convivencia en las familias, conocer nuevas costumbres y, por supuesto, el país británico.
Lo más destacable: estar sentados en una mesa tomando algo, con personas de diferentes nacionalidades y la mejora notable del nivel de inglés. Su recomendación: experiencias de este tipo deberían ser obligatorias.