Por Clara Acín
PAZ
En un día soleado de primavera en la clase de 2ºB vino un chico nuevo. Su nombre era Lucas, venía de Madrid y le encantaba jugar a fútbol. Se tuvo que mudar a Huesca porque a sus padres les ofrecieron un mejor puesto en el banco en el que trabajaban. Lucas llegó aterrorizado a clase ya que siempre le había costado mucho relacionarse con la gente porque era muy tímido. El director presentó a Lucas los que iban a ser ese año sus nuevos compañeros. Aquel día lo sentaron al lado de Juan, un compañero que tenía un grupo de amigos muy amplio. Lucas se presentó y Juan en vez de hacer lo mismo, le entregó un papel, en él ponía “Tú en esta clase no tienes nada que hacer, no eres bienvenido”. En el momento en el que Lucas lo leyó se echó a llorar, no sabía lo que había hecho mal, había llegado a clase hacía menos de 5 minutos. Toco el timbre y todos bajaron al recreo, Lucas se quedó en un rincón viendo cómo otros se divertían jugando a fútbol mientras él estaba solo, pensando en sus amigos de Madrid, imaginando como sería todo si estuviera con ellos y se echó a llorar. En ese momento se le acercó una chica y se presentó, su nombre era Mirella tenía la misma edad que él, pero iba a 2ºA. Mirella le preguntó qué le pasaba y estuvieron hablando hasta el final del recreo. A ella le encantaban los animales, de mayor quería ser veterinaria para poder salvar a muchos de ellos. Después de estar un rato hablando, Mirella le propuso ser amigos y él aceptó. Poco a poco iban forjando lazos de amistad cada vez más fuertes. Ya llevaba un mes en ese nuevo instituto y cada vez se sentía más cómodo ahí. Iba cada fin de semana a Madrid a visitar a sus amigos. Un día Juan le mandó otra nota, pero esta vez no fue escrita a mano si no que se la envió por correo. Juan amenazaba con hacerle la vida imposible si seguía relacionándose con Mirella. Mirella era su única amiga y no quería perderla. Él preguntó a los demás compañeros de clase qué relación había entre Juan y Mirella y descubrió que ellos dos llevaban siendo mejores amigos desde la infancia. Pasó todo el fin de semana y Lucas no paraba de darle vueltas a la amenaza de su compañero. Llegó el lunes y Lucas decidió distanciarse de Mirella y pasar los recreos solo otra vez. Ella al ver que su amigo no quería saber nada de ella, intentó acercarse a él y preguntar a los demás compañeros qué le pasaba a Lucas, ellos no sabían nada. Mirella no entendía qué estaba pasando. Pasó una semana y Lucas no había hablado con Mirella ni siquiera le había mirado. El viernes por la tarde Lucas tenía un entrenamiento de fútbol ya que cuando se mudó a Huesca decidió apuntarse a fútbol, como lo hacía en Madrid, y para su sorpresa Mirella estaba en las gradas viéndolo y esperando a que acabara el entrenamiento para hablar las cosas, ella quería saber qué había pasado, porque Lucas se comportaba de aquella manera. Al acabar el entrenamiento Lucas entró en el vestuario, se pegó una ducha, se cambió de ropa y salió. Intentó pasar de largo haciendo como si no hubiera visto a Mirella pero eso no le funcionó ya que ella lo frenó. Le preguntó que qué estaba pasando, qué porque se comportaba de esa manera, ella había estado allí cuando Lucas había estado solo y así se lo pagaba pasando de ella. Lucas se echó a llorar, y acabó por contarle todo, decidieron darle una lección. El lunes siguiente Lucas y Mirella hacían como si no hubieran estado juntos el anterior viernes, Lucas se sentía bien por haber hablado las cosas con Mirella ya que ella era una persona muy importante para él. Mirella habló con todo el grupo de Juan y les preguntó si les parecía bien lo que le estaban haciendo a Lucas. Después de estar un rato hablando con el grupo vieron todo el daño que le habían causado a Lucas y quedaron en darle una lección a Juan. Al día siguiente todos iban con Lucas y se peleaban por jugar con él, mientras tanto Juan sin entender lo que estaba pasando se sentó en un banco y se pasó toda la semana solo. A la semana siguiente Lucas se le acercó proponiéndole empezar de cero, Juan aceptó disculpándose de todo y entendió que la PAZ es un valor al que todos los seres humanos tenemos derecho, la PAZ no sólo significa ausencia de guerra, sino que implica tener un entorno libre de toda forma de violencia.